jueves, 19 de marzo de 2015

Puro vicio

El director americano Paul Thomas Anderson hace un tipo de cine poco accesible para el gran público, lo cual se ha visto acentuado en sus dos anteriores trabajos hasta encontrarnos con esta película, que aun siendo más convencional de lo habitual, posee una trama tan dispersa que puede convertir sus dos horas y media de duración en una dura experiencia. La realización es excepcional y algunos personajes están realmente trabajados en contraposición a otros que desaparecen sin motivo aparente, o no se profundiza en ellos como es debido. Seguro que estamos ante una gran obra cinematográfica, pero su peculiar estilo pomposo, estirado hasta la saciedad, nos puede dejar con la sensación de haber perdido nuestro valioso tiempo.

Mi puntuación: 4/10

































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