Propuesta arriesgada que no se dedica a mostrarnos el lado más explícito y cruento de una invasión de muertos vivientes, sino que se centra en desarrollar con mucha calma, las relaciones entre diferentes personajes que se entrecruzan durante su lucha por la supervivencia. Eso no significa que no haya vísceras y muertes variadas, las hay cuando la situación lo requiere, y aunque la ambientación es generalmente fría y muy sobria, de vez en cuando nos sorprenden con un balsámico toque gracioso. De todos modos se echan en falta más diversidad de situaciones, ya que básicamente asistimos durante hora y media a una huida a través de campos, casas y bosques, lo cual puede provocar pérdida de interés entre los espectadores más proactivos.
Mi puntuación: 6/10
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