Conforme pasan las temporadas de esta precuela/spinoff de "Breaking Bad", la serie mejora sustancialmente, y en esta tercera incluso se está "breakingabadizando" a base de referencias continuas a la serie madre, y a que su protagonista principal Jimmy/Saul, cada vez se mueve más al límite de las arenas movedizas de la moralidad. Por otro lado, la lentitud con la que tienen lugar los pocos acontecimientos que se narran, puede resultar farragosa para cierto tipo de espectadores, pero para los que estamos familiarizados con el micro universo creado por Vince Gilligan, cada capítulo es un deleite, lo cual hace indispensable haber visto las dos anteriores temporadas. Y si los nombres propios "Pollos Hermanos" y "Héctor Salamanca" no te suenan de nada, mejor ni la empieces.
Mi puntuación: 7/10
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